En estos momentos, es posible que no exista lugar del planeta que se encuentre libre del turismo. Los transportes se han encargado de llevarnos casi a cualquier lugar acompañados con las ansias de conocer aquello que es sumamente remoto, desconocido o exótico siendo lo primero que anima a los viajeros. El problema radica en que, este tipo de turismo podría poner en riesgo a algún destino, bien sea por sus paisajes, el entorno, o quizás la identidad cultural de sus habitantes.
Exactamente es esto lo que está ocurriendo con determinados pueblos indígenas, y es que sin detenernos a mirar, más de un centenar de estos pueblos se encuentra en peligro solo porque al mundo civilizado se le antoja contactar con ellos llegando a esos reductos exóticos que no se encuentran al alcance de cualquiera.
En tal sentido, los pueblos más vulnerables del planeta y las ONGs como Survival quienes trabajan constantemente en defensa de los pueblos indígenas alertandonos que la globalización y sus avances tecnológicos pueden dañar en gran manera a estos pueblos, cuyas fronteras deberían ser infranqueables para alcanzar su supervivencia.
Un ejemplo de ello ha sido el pueblo indígena de los jarawa. Su contacto con los foráneos se inicio hace unos pocos años. Entonces contaba con alrededor de 320 miembros que habitaban en la selva de Andamán del Sur y Andamán del Medio, ubicadas en una pequeña isla de la India, a ellos se les había convertido en una de sus principales atracciones ya que cazan cerdos y lagartos, capturan peces y recolectan semillas, bayas y miel.
Pero, no se trata de lo que ellos hacen pues los turistas tienden a verlos como una atracción más por lo que no tienen reparos en dañar su entorno, le proporcionan alimentos que pueden perjudicarlos y además participan de exhibiciones que son denigrantes para los indígenas.
¿Qué opina Survival?
El ritmo del progreso impuesto se ha encargado de destruir a muchos pueblos y no se detiene amenazando a muchos más. La inanición, el suicidio, el sida, la obesidad y las adicciones vienen a ser tan solo algunas de las consecuencias directas de este choque cultural.
Aunque es posible encontrar expertos antropólogos que señalan que es de considerar si los pueblos que se encuentran aislados desean mantener contacto con el mundo “desarrollado”, aunque el contacto con otros valores y modos de consumo podrían modificar su realidad de una manera dramática, más allá de ello, es posible encontrar grupos que en realidad quieren cambiar sus condiciones de vida.
Por su parte, Survival señala que no se encuentran en contra de todo el turismo que se realiza en las zonas indígenas, pero sí en el caso de los “aislados”, que se han negado a ello, pues entienden que existen algunos pueblos que se han logrado beneficiar gracias a dicho contacto. Desgraciadamente, estos vienen a ser una minoría, pues la mayoría de estos pueblos suelen ser explotados por terceros para su propio beneficio.